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Mis padres me llamaron María porque era la moda en esa época, y Natalia por una señora que mi mamá quería profundamente y honró su memoria bautizándome con su nombre. Por haber nacido en 1980 los chinos del horóscopo dicen que tengo características de Mono. Que esto haya acontencido en algún momento de noviembre me convierte en escorpiana; durante mucho tiempo me molestaba que la gente hiciera caras raras y emitiera juicios por eso pero hoy me divierte, especialmente cuando descubren que soy lo opuesto a lo que creían. Mis raíces me confirieron la obstinación y tenacidad de los vascos y el placer por el disfrute de las cosas simples que tienen los italianos. Mi madre, abuelas y tías me inculcaron sin saberlo mucho amor por las manualidades, la cocina y las plantas.
No hay momento de mi historia en que no haya habido cerca mío una máquina de coser, un costurero, un canasto lleno de lanas, una revista de moldes, una caja mágica repleta de botones, hilos de toda clase y agujas de mil medidas. Una abuela tejiendo al crochet, una tía abuela tejiendo a dos agujas, mi mamá bordando o haciendo los vestidos para los momentos mas importantes de mi vida son parte de las fotos preferidas de mi memoria.
Aprendí a bordar en algún momento de los inicios de mi adolescencia, pero nos enamoramos perdidamente cuando nos volvimos a encontrar, entrados mis 30 años. Tanto así que decidí convertirlo en mi modo y medio de vida comenzando en 2015 a dar clases para transmitir esos conocimientos y ese amor, al darme cuenta de que disfruto tanto de hacer como de enseñar a hacer.
Con el correr del tiempo se fueron sumando otras actividades textiles con quienes nos fuimos encontrando en este mundo ilimitado de lo artesanal; mi curiosidad inagotable, mi gusto por aprender y mi forma inquieta de ser hacen que siempre esté en constante movimiento, aprendiendo y sumando saberes: telar, needle felting, punch needle, linograbado, fieltro húmedo y muchas variantes de estilos de bordado forman parte del elenco estable de actividades que realizo y enseño. La última en llegar fue Acuarela sobre tela y estamos viviendo un romance de película, nunca imaginé tanta infinidad de posibilidades en una sola técnica.
Crear es para mí más que poner hilos en un soporte, pintar unas manchas, manipular una aguja o lanas inanimadas: es lo que me hace sentir, los lugares a donde me transporta, la prolijidad con que ordena mis pensamientos. Es compañía cálida en la soledad, es la hermandad y la complicidad en la tarea compartida. Es un sinfín de posibilidades de colores, puntos, texturas para crear algo donde antes no había nada mas que elementos sueltos. Es la posibilidad de contar una historia sin palabras.
Te invito a que te adentres en alguna de las muchísimas opciones que ayudan a liberar tu creatividad y encontrarte con vos misma: te prometo que es una aventura incomparable ♥
Nati.-